Ser feliz sólo depende de ti y de nadie más.
Si dejamos que nuestra felicidad dependa
de los demás o a los acontecimientos que
nos sucedan sólo podremos ser felices cuando los demas lo deseen y cuando los
acontecimientos surjan como los deseamos. Serán los demás y nuestro alrededor
los que tengan el poder de decidir sobre nuestra felicidad, siendo pocos los
momentos en los que podremos gozar de ella..
Sin embargo, cuando la felicidad tan sólo depende de nosotros mismos y
de nada ni nadie más, todo cambia, pues podremos ser felices siempre que así lo
deseemos nosotros. Y en realidad eso es la verdadera felicidad!
Cuando la felicidad sólo depende de nosotros y deja de ser la
consecuencia de determinados sucesos, es cuando se es verdaderamente feliz.
La verdadera felicidad consiste en ser feliz con todo y a pesar de todo,
no sólo en los buenos momentos sino también en los malos. La verdadera
felicidad no es un estado de ánimo sino que es una actitud personal, es ser
consciente de que la tristeza y el sufrimiento no nos aportan nada bueno y que
por ello debemos reducirlos a los momentos estrictamente necesarios (muy pocos)
y aprovechar el máximo tiempo posible en ser felices.
Para ser feliz tan sólo hace falta que tomes la firme decisión de querer
serlo y comprometerte con esa decisión.
Así que, sé feliz!
“Existen maravillas en todo, aún en la oscuridad y el silencio, y
aprendo a estar satisfecho en cualquier estado en que me encuentre.”
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