Gracias por regalarme tu amistad y gracias por prestarme tu tiempo para darme ánimos cuando he estado a punto de caer, gracias por tus palabras, por tu cariño y sobre todo por tu lealtad como amiga. Amiga cuando leas esta carta cierra tus ojos y todo lo que pidas Dios te lo regale y te lo de doblemente, yo pediré desde aquí que así sea. Porque te lo mereces.
Mis mejores deseos para ti, todas las bendiciones del mundo para ti. Te quiero y te abrazo desde aquí hasta tu corazón, en Navidad y fin de año estaré contigo un momento en silencio para que recibas mi cálido beso de amistad y sincero amor. Gracias por estar siempre para mí aun sin merecerlo...
Te quiero amiga, mi niña, mi hermana...
Tú amiga nacida en este mundo de Internet.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario